Los niños diagnosticados por Trastorno del Espectro Autista (TEA) se caracterizan principalmente por presentar dificultades en las esferas de relación social y habilidades lingüísticas, y también por la presencia de conductas o comportamientos repetitivos.
El juego es una de las mejores herramientas terapéuticas que tenemos para mejorar nuestro vínculo y relación, aprender lenguaje y compartir actividades juntos. El juego es emocionalmente y terapéuticamente necesario.
Recomendamos jugar con:
- Actividades y juguetes que favorezcan el desarrollo sensorial con juguetes táctiles, visuales o auditivos.
- Instrumentos musicales para favorecer la atención auditiva y el placer por compartir el ritmo y la música.
- Pelotas varias para favorecer la morticidad fina y gruesa y a la vez nos permita jugar a pasarnos la pelota para facilitar la relación.
- Juguetes que favorezcan el juego simbólico como principal herramienta de aprendizaje y de intervención terapéutica.
- Juegos y juguetes que ayuden a la identificación emocional.
- Mirar cuentos juntos para favorecer ampliar el nivel de vocabulario y también la atención conjunta.
Recomendamos limitar el juego en:
- Actividades repetitivas y estáticas como hacer filas con los coches, poner muñecos o colores en un orden determinado.
- Actividades sensoriales mantenidas como mirar rodar un coche durante largo rato seguido o mantener un sonido o sensorialidad táctil.
En estas situaciones que recomendamos limitar, consideramos que es importante atraer la atención de nuestro pequeño y ofrecerle una actividad enriquecedora pero no prohibirle ni reñirle puesto que son actividades de calma que a veces, los pequeños con tea pueden necesitar, pero debemos estar a su lado para estimular e intentar que ocurran con la menor frecuencia posible.
Escríbenos personalmente si necesitas ayuda específica y asesoramiento. Visita nuestro artículo especializado en estimular el juego del niño con trastorno del espectro autista de nuestro blog aprender jugando.